Allá, en los tiempos en los que salió el catálogo 11 de Oriflame, aproveché una buena oferta y me pillé este champú por 4.95€, cuando su coste suele ser de 8.95€ el bote de 400ml, pudiendo encontrarlo también en formato de 250ml por 6.95€ en su precio habitual.
Al llegar el pedido a casa me encontré con un bote de plástico blanco y el tapón (cerrado con una pegatina) y los detalles en color verde. En la parte delantera encontramos el nombre de la marca, de la línea del champú y su cantidad. En la parte trasera están las indicaciones en un montón de idiomas, los ingredientes, la cantidad, la dirección comercial, caducidad y dirección web, eso sí, todo en una letra minúscula.
La textura del fluido es cremosa, de color blanquecino y el olor es bastante agradable, aunque no sé identificar a qué huele exactamente. El bote se terminó antes de lo que esperaba, pero no sé si achacarlo a una falsa sensación (por las ganas de probar cosas e ir pidiendo) o a que realmente no cunde tanto como sería deseable en un bote de este tamaño.
En general, deja el pelo bien y la raíz limpia. Mi pelo aguanta así lo normal (en mí), lo mismo que con la mayoría de champús de estas características, dos días limpio, es decir, me lavo el pelo día sí y día no. No me ha provocado ninguna reacción extraña, ni picores de cabeza ni caspa.
¿Repetiría? Pues es un champú que ha pasado por mi baño como uno más, en caso de que necesite y esté rebajado a buen precio, sí que lo volvería a comprar.
